¿Eres de los que tiembla cuando tiene que estacionar? ¿Temes chocar tu coche contra otro vehículo? Aquí te traemos varios trucos para aparcar bien y a la primera.
La maniobra para estacionar es una de las que más nervios generan, y sin lugar a dudas, una de las partes del examen de conducir que más temores producen.
Esta maniobra no solo es difícil para los conductores noveles, sino que suele costar a los conductores en general, sin importar la experiencia que tengan, y aunque lo hagan siempre con el mismo vehículo. Sin embargo, si contamos con una serie de referencias para aparcar, puntos en los que fijarnos para hacer nuestras maniobras y trucos a los que recurrir, nos será mucho más fácil.
Muchos conductores pueden practicar la meditación antes de estacionar. Pero como es imposible por una cuestión de tiempo y viabilidad, lo mejor es andar con cautela y tener en la mente algunas ideas que ayudarán a cualquier conductor. Estas son algunas de las cosas que hay que tener en cuenta para que aprendamos a aparcar mejor día a día.
● La clave está en parar justo cuando veamos la esquina trasera del coche -el que está justo delante del hueco donde queremos aparcar- desde la ventanilla trasera. Ahí será cuando hagamos el giro completo de volante para entrar en el hueco.
● También podemos dar marcha atrás hasta que el eje trasero de nuestro coche esté a la altura de la esquina trasera del otro vehículo. En este punto, de nuevo, giraremos por completo la dirección para entrar en el hueco.
● Procura no aparcar detrás de un coche con bola de remolque, ya que si el conductor te golpea con ella te dejará una buena marca.
● Mejor no estaciones delante o detrás de un todo terreno: si te golpea, el daño será mucho mayor que si lo hace un turismo.
● Procura evitar aparcar en huecos muy estrechos, pues tendrás más posibilidades de rozar los paragolpes o que te los rocen otros conductores.
● Jamás dejes el coche con una rueda subida a la acera, pues puedes dañar los neumáticos y amortiguadores.
● Si puedes elegir, no estaciones junto a monovolúmenes: los niños son los que menos cuidado tienen al abrir las puertas.
● Cuidado con rozar los bajos de los paragolpes o los tubos de escape contra los bordillos, pues se dañan muy fácilmente.
● Si la plaza es estrecha y tienes que ceñirte bien a la línea pintada en el suelo -algo común en garajes-, puedes abrir un poco la puerta mientras estacionas para asegurarte de que lo aparcas bien.
● En la medida de lo posible, deja un hueco de al menos 80 cm entre coche y coche. Así hay menos probabilidades de que te golpeen al abrir las puertas.
● Si puedes elegir, no estaciones junto a monovolúmenes: los niños son los que menos cuidado tienen al abrir las puertas.
● Cuidado con no golpear una rueda o los faldones contra los bordillos.
● Ten paciencia. Los nervios son malos consejeros, sobre todo si aún eres novel. Olvídate de los demás conductores, y concéntrate en la maniobra que vas a llevar a cabo.
● Calcula bien las distancias. ¿Estás seguro de que en ese hueco cabe tu coche?
● No te agobies. Este consejo va más dirigido al acompañante que al conductor: no le atosigues, porque solo conseguirás el efecto contrario al que buscas.
● No te olvides de señalizar la maniobra que vas a realizar. Es decir, activa el intermitente que corresponda.
● Trata de no golpear fuerte contra el bordillo, ya que puedes dañar el neumático o incluso desalinear la dirección.
● Al terminar de aparcar, deja el volante recto; así evitarás dañar los neumáticos, amortiguadores o incluso la transmisión.
● Si aparcas en una pendiente, deja las ruedas apuntando hacia el bordillo y la marcha atrás o la primera engranada.